Historia de la iglesia católica en Japón
En el segundo artículo en torno a la visita del Papa Francisco, les contamos la historia de cómo la religión occidental llega a Japón.
Una misión que comienza
En 1549 llegaron a Japón los primeros misioneros católicos, entre ellos los jesuitas patrocinados por el reino de Portugal, los franciscanos, dominicos y otras órdenes patrocinadas por el reino de España. El 15 de agosto de 1549 llega a Japón San Francisco Javier, junto con dos compañeros y un traductor de nombre Anjiró. La primera parada es Kagoshima, capital del reino sur. En su intento de evangelización quiso citarse con el rey del lugar con el fin de convertirlos junto con su zona.
En 1550 llega a Hirado para crear una comunidad. Ese mismo año pasa por Yamaguchi, Sakai y Meaco, donde, a pesar de los esfuerzos, no fue recibido por el emperador. Le pide al príncipe respeto a los conversos como garantía. Muchos se convierten al cristianismo, entre ellos varios samurai.
Lo cita el príncipe de Bungo en 1551 para predicar en la zona. Al año siguiente, en 1552, deja Japón para continuar su misionado en Asia. En 1563 es bautizado el barón Omura Sumitada y se convierte en el primer daimyō cristiano tomando toma el nombre de Bartolomé. En 1578 es bautizado el barón Otomo Sorin con el nombre de Francisco. En 1580 el barón Arima Harunobu cambia su nombre por el de Protasio.
En 1579 llega el jesuita Alessandro Valignano, quien funda un seminario en Arima y otro seminario en Azuchi. Los jesuitas bajo su cuidado enseñan a los seminaristas el latín y el japonés, y adoptan, a su vez, las costumbres japonesas.
En 1582 un grupo de sacerdotes japoneses viaja a Roma por primera vez, este grupo es conocido como la misión Tensho, quienes se entrevistaron con el Papa Gregorio XIII. En 1587, la esposa de Hosokawa Tadaoki es bautizada y cambia su nombre por Gracia. A finales del siglo XVI Japón contaba con 300.000 bautizados.
Las persecuciones
A principios de 1587 dado las presiones por parte de los jefes shintoistas y budistas, se firma un edicto de persecución contra los cristianos a beneplácito del bonzo Nichijoshonin. El 5 de febrero de 1587, por orden del taiko Toyotomi Hideyoshi, asesinan en la colina de Nagazaki a 26 cristianos. Este grupo es conocido como los 26 mártires de Nagasaki.
Entre 1597 a 1614 hubo por lo menos 70 asesinatos contra los cristianos. El shogun Tokugawa Ieyasu, con el protestante y comerciante inglés William Adams hacen una conspiración contra los jesuitas, lo que provoca una expulsión masiva. Se calcula que al inicio del siglo XVII fueron asesinados 5.500 cristianos.
En 1622 se realiza el gran martirio de Nagazaki y en 1637 estalla la rebelión comandada por el joven Amakusa Shiro. Unos 37.000 rebeldes fueron asesinados. Finalmente, en 1873 termina las persecuciones y es legalizada la libertad religiosa en 1889.
En la actualidad
En el ámbito político, para el año 1918, el japonés Hara Takashi es el primer ministro católico en ocupar dicho cargo. Este caso se repite en el 2008 con el japonés Taro Aso.
En 1929 los católicos en Japón hacían un total de 94.096 habitantes, cifra que en 1945 descendió a 12.000, de los cuales 8.500 murieron en la bomba atómica.
En 1920 llega San Maximiliano Kolbe, franciscano polaco quien funda en Japón el diario The Knight (El caballero). Luego de su asesinato en una celda de Auschwitz en 1941, la imprenta fue víctima de la bomba atómica, pero logró mantenerse en pie.
En 1973 la hermana Inés Katsuko Sasagawa vio a la virgen María dando sus mensajes y fue apodada como Nuestra Señora de Akita. No se sabe si la santa sede aprobó tanto las apariciones como los mensajes.
En 1981 Japón recibe la visita del Papa San Juan Pablo II y tras 38 años de espera, en noviembre de 2019 recibe la segunda venida de un Papa a Japón con el Papa Francisco.
En la actualidad la iglesia católica del Japón cuenta con 509.000 habitantes bautizados, es decir un 0,5% de la población general, 16 diócesis y 3 arquidiócesis con 1589 sacerdotes y 848 parroquias.
En el ámbito cinematográfico, Martín Scorsese dirigió una película ilustrativa en torno a este tema: Silencio (2016), protagonizada por Liam Neeson. En ella se narra una historia real sobre la persecución religiosa en los primeros tiempos cristianos de Japón; una obra perfecta y recomendada para adentrarse en la historia del catolicismo en Japón.
Felipe Torres Comunicador y locutor radial Crítico de cine y música Equipo de prensa acreditada visita papa Francisco Chile 2018