Bakuman: persiguiendo los sueños entre viñetas y guiones
” Empezamos con un sueño descabellado que se dio de bruces contra la realidad... ya no sé cuántas veces pensé en tirar la toalla por el camino, pero ahora me alegro de no haber abandonado nunca ese sueño”. Shujin
De los mismos creadores de Death Note, nos llega Bakuman, un manga que resulta una verdadera apología a la juventud y los sueños. Nuestros dos protagonistas, Moritaka Mashiro y Akito Takagi, son un par de adolescentes que con gran audacia trazan sus destinos para salir del tedio de sus vidas escolares. Así como Light Yagami antes de incolucrarse con la Death Note, Mashiro y Tagagi enlazan sus talentos (dibujar y escribir respectivamente) para conseguir sus objetivos: ser mangakas.
Sin embargo, cabe destacar que aquí las motivaciones de los personajes son mucho más “puras”. Ohba y Obata nos muestran un par de chicos que quieren ser leales a sí mismos y a su creatividad. Este idealismo puede traerles decepción, pero es el motor de sus acciones y lo que eventualmente los llevará al éxito. Por medio de la figura de “Ashirogi Muto”, el seudónimo que une a estos dos amigos en sus publicaciones, y sus desaventuras en la industria del manga, podemos evoca aquel pasado de juventud, lleno de romanticismo, donde nuestras metas eran ese combustible que nos llenaba de pasión para avanzar.
Además de la amistad de estos dos chicos, un punto a destacar en la obra es que nos instruye en varios aspectos ligados a la industria del manga. Gracias a la dupla Ashirogi Muto, nos podemos adentrar en el mundo de las editoriales de manga, sus jerarquías, las reuniones entre artistas y editores, asistentes y los horarios de entrega. Incluso el feedback que se recibe del público y las celebraciones internas tienen lugar en esta historia. Toda esa energía que se mueve en las viñetas se plasma igualmente en las relaciones de amistad y rivalidad propias de la industria.
Puede ser que sin shinigamis, ni tiroteos en helicóptero, Bakuman se sienta como una obra menos ambiciosa, hasta simple. No obstante, Ohba y Obata saben cómo dar importancia a aquellas personas con sueños y frustraciones. Estos autores nos llevan de la mano por los albores de sus vidas, tomándose su tiempo y masticando los conflictos. Simultáneamente, saben también cómo relajarnos en el momento justo con las excentricidades y los momentos de contemplación.
En términos de dibujo, este un nivel extraordinario. Los cuadros están llenos de personajes excéntricos y muy expresivos, mientras que la calidad de las líneas y el ritmo que poseen las páginas es alucinante. No solo te va enganchando su calidad, sino que también la forma en la que te enseñan a apreciar el arte del manga. Con Bakuman puedes disfrutar y aprender de sus composiciones y cómo debe de cambiar su técnica al ir realizando un manga con enfoques diversos. Siguiendo esta vena educativa, al final de cada capítulo te enseñan un storyboard original de este y cómo se produce el proceso de modificación y edición.
Aquí tenemos una historia que te hace saltar de la cama y ponerte rumbo a encontrar tu propio camino en la vida. Es tanta la determinación de los protagonistas, su esfuerzos y sacrificios, que es inevitable que esa emoción no traspase al lector. Los lazos de amistad que van creando es el otro pilar que le da forma a todo, diciéndote que si quieres llegar lejos, jamás lo harás solo. Necesitamos darnos cuenta de que nos necesitamos mutuamente, que debemos apoyarnos, alentarnos a mejorar. No puedo más que colgar mi emoción en cada página.
Claramente he sido consumido por esta historia a un nivel emocional muy fuerte, ya que una gran fuente de introspección y alegría. Este manga te da ganas de volver a creer en todo aquello que, alguna vez, fue un torrencial de pasión que te cobijó y guió hacia a lo que siempre quisiste ser.
Ficha técnica:
Título: Bakuman (2008)
Autores: Tsugumi Ohba, Takeshi Obata
20 tomos
Publicado en español por Norma Editorial
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