Conmemoración de los 80 años de Hiroshima y Nagasaki
- Liliana Zapata y Belén Zamorano
- 22 ago
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El pasado miércoles 13 de agosto, el Centro Cultural La Moneda fue escenario del “Encuentro por la Paz”, evento que cerró una serie de actividades conmemorativas de los 80 años de los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki, inaugurada días atrás en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
En 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Estados Unidos atacó las ciudades de Hiroshima y Nagasaki los días 6 y 9 de agosto respectivamente. Las bombas nucleares, denominadas como “Little Boy” y “Fat Man” le quitaron la vida a aproximadamente 214.000 personas, según la UNESCO. Tanto el pueblo japonés como su tierra fueron devastados gravemente durante y posteriormente al ataque. Los daños no solo fueron físicos, sino psicológicos, y estos marcan hasta el día de hoy las vidas de los ciudadanos japoneses. Actualmente, Hiroshima y Nagasaki son ciudades de gran importancia comercial e industrial, en las que se pueden encontrar encontrar grandes monumentos que rinden respeto a las víctimas de los ataques e invitan a reflexionar sobre lo sucedido, promoviendo así un mensaje de paz.
Ese mismo espíritu fue el que se quiso rescatar en esta ceremonia de cierre, inaugurada por la embajadora de Japón en Chile, Ito Takako, quien dio inicio con la lectura de dos poemas que transmitieron el sentir de la comunidad japonesa y de los sobrevivientes. Asimismo, presentó un mensaje especial de Setsuko Thurlow, sobreviviente de Hiroshima y referente mundial del movimiento antinuclear:
“Milagrosamente, sobreviví. Al igual que otros supervivientes, rechacé semejante violencia nuclear contra la humanidad (...) Al reunirnos para rendir homenaje a las vidas truncadas, reflexionamos sobre la amenaza de las armas nucleares y nuestra responsabilidad de garantizar la supervivencia del planeta”.

La directora del Centro Cultural La Moneda, Regina Rodríguez, dio la bienvenida oficial, dando paso a la intérprete argentino-japonesa Graciela Nakasone, quien emocionó al público con la canción Hana wa Saku (花は咲く, “Y florecerán”).

La ceremonia contó con la presencia de destacadas autoridades culturales y políticas, entre ellas la subsecretaria de las Culturas y las Artes, Jimena Jara; la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente; y la directora del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, María Fernanda García. Durante el encuentro se realizó también
la entrega simbólica de mil grullas de origami, conocidas como “Senbazuru", que representa la esperanza.

En el plano artístico, el maestro calígrafo Orlando Dassonvalle, con más de 10 años de experiencia en el arte del shodō (書道), escribió en vivo los caracteres de Heiwa (平和, Paz). Tras la ceremonia, conversó con Japonistas y destacó: “Fue muy significativo escribir la palabra paz, conmemorando Hiroshima y Nagasaki. Me siento agradecido y afortunado de haber sido parte de este evento”.
La música estuvo nuevamente presente con el Coro Jacarandá, agrupación con más de 15 años de trayectoria, que interpretó obras como Kono Hiroi Nohara Ippai y Tsubasa wo Kudasai. Su integrante Takashi Onda nos expresó: “Es increíble que en el lado opuesto del planeta, desde Japón, se recuerde este aniversario”.

Camila Quiroz, representante del Ministerio de la Mujer, también compartió sus impresiones tras la ceremonia. En diálogo con nosotros, destacó el mensaje de la subsecretaria Gloria de la Fuente, quien llamó a mantener viva la memoria y a promover el diálogo en espacios multilaterales para que hechos como estos no se repitan.
El cierre de la jornada estuvo marcado por la toma de una fotografía grupal en la que los asistentes formaron la palabra “PAZ” con sus cuerpos, reafirmando la esperanza y comprometiéndose con un mundo libre de armas nucleares.